"El amor es lo más cercano a la magia, cuando perdemos la sensibilidad de caer"
Me tomaste de la mano en el momento que
caí hacia la desesperación, cargándome con tus brazos sólidos. Fue un largo
camino a casa, pero por fin habíamos llegado. Me acostaste sobre la cama, me
empezaste a dar besos en el cuello, diciéndome cerca del oído que nunca
dejarías que me pasara algo. En ese momento, me quedé sin aliento con cada movimiento
que hacías. Sólo dejaba pasar los minutos como
segundos, tus manos tocando mi cálida piel fue lo que me hizo retorcerme entre
las sábanas mientras recorrías todo mi cuerpo. Me dejaba llevar por mi
intuición del amor, algo dentro de mi
me decía que estallaría esa sensación de mariposas en mi estómago, porque estaba
muy cerca de ti. Fue aquella mirada profunda lo que hizo quedarme sin
respiración. -Ella
Es impredecible decir que tu piel es más suave que
cualquier tela de alta costura, mi cuerpo rozando junto tu vientre .Me detuve para
lograr poner una canción de blues, en ese momento te negaste a bailar, pero
unos besos arreglaron todo el momento. Evaporándonos con nuestros cuerpos
juntos, con cada paso que hacíamos en ese baile lento. Sentía aquel aroma que
olí la primera vez que me acerqué a ti, rosas con lavanda, la combinación
perfecta para saber que eras todo lo que anhelaba tener entre mis brazos. Tú
retorciéndote con cada paso que doy hacia tu corazón. Rozando tu piel
lentamente con el mío, más pegados de lo que solíamos estar en aquel verano. Tú
entre mis brazos cubriendo tus pechos, besándonos, moviendo nuestros pies
lentamente, mientras las sábanas decían más que todo lo que sentimos, no dejo
de sentir aquella sensación desde la primera vez que te vi. –Él
Fuimos esa sensación
cósmica de amor, donde sentimos que de verdad podíamos hacer algo uno por el
otro. Nuestro corazón se vuelve una composición de imanes inseparables. Sin
decirnos nada todo sucedió, sin saber que habríamos llegar a sentir esa cosa
rara llamada: amor. -Él y ella